Ronaldinho Gaucho es el último representante del ‘Jogo Bonito’ en la cancha del fútbol Mundial que no estará en Brasil 2014. Su riqueza técnica es innegable y la magia que producen sus pies demuestran las mejores jugadas, impulsadas por la cabeza, hacen que el fútbol se vea tan fácil por la fluidez de sus movimientos.
Uno de los más grandes representantes de la marca Nike muestra por fuera de las canchas sus habilidades con el balón. Un estilo Freestyle que muchos se jactan de tenerlo pero hacerlo en la cancha contra los rivales es un reto que solo asume Ronaldinho.
Ronaldinho tuvo sus inicios en el fútbol sala en Brasil y el juego rápido, en espacio reducido y con presión de sus rivales le hicieron evolucionar desde muy pequeño para sortear toda clase de obstáculos.
Se destacó en el fútbol brasileño por su habilidad, sus excelentes regates y visión de juego. Pero fue en el PSG que empezó a descrestar al fútbol del mundo por sus virtudes y grandes jugadas en cualquier zona de la cancha.
Los brasileños llevan el fútbol por las venas y la mejor muestra es Ronaldinho. El mediocampista que siempre tiene una sonrisa dentro del terreno de juego y que, con su dominio del esférico, contagia de esa felicidad a los miles de aficionados que lo ven.
En la selección de Brasil, Ronaldinho fue uno de los jugadores más queridos e infortunadamente, por decisiones técnicas, no se podrá disfrutar de toda su magia en el Mundial de Brasil 2014. Actualmente en el Atlético Mineiro, a sus 34 años, sigue sorprendiendo con jugadas innovadoras.
Y es que la virtud de Ronaldinho fue principalmente esa. No imita jugadas, crea los movimientos y los hace tan suyos como de otros. Nadie se queda por fuera del grupo que intenta o ha intentado alguna vez imitar las jugadas del astro brasilero.
En momentos definitivos saca toda su magia. No le teme a los rivales pues con cualquier movimiento los desorienta y en algunas ocasiones, a los propios comentaristas que deben repetir la acción para poder describir los enganches, gambetas o driblings.
Los catalanes fueron los principales beneficiados del gran juego del brasileño. En la liga española fue aplaudido en más de un estadio con los espectadores de pie como lo vivió el Santiago Bernabéu, casa de su eterno rival, que aplaudió a Ronaldinho como reconocimiento de su gran capacidad y nivel de juego.
Aunque se discutió mucho su vida por fuera de las canchas, dentro del rectángulo nunca se puso en duda su capacidad y profesionalismo. En cada partido entrega lo mejor de si y con las dos piernas sorprende.
El perfecto manejo que tiene de la derecha y la izquierda hace que las dos extremidades inferiores sean unas armas contra sus rivales y un aliado de sus compañeros. En el ocaso de su carrera no fue convocado por Brasil y en la generación presente el único jugador que se le acerca un poco es Neymar.
Sin embargo, Ronaldinho es inigualable. Es el jugador del que toda la vida se hablará y que siempre estará vigente en la cabeza de las personas que contarán generación tras generación, las proezas de Ronaldinho.
Ronaldinho ganó todo lo que jugó. Con el PSG logró la Copa Intertoto en un equipo que no era referente a nivel europeo.
Con Barcelona ganó varias ligas domésticas, la Champions League, entre otras. Los azulgranas se deleitaron con las gambetas del carioca por todas las canchas del territorio español y gracias a su rendimiento lo llevó a ganar el Balón de Oro en el 2005.
Ronaldinho enamoró a todos por la fantástica técnica que tiene con el balón. Aunque muchos criticas que el jugador no cabecea y no marca, el brasilero está por encima de todo eso pues su poder reside en la creatividad para realizar jugadas y poner a sus compañeros en situaciones claras de gol.
No sólo es un jugador de fútbol. Es un malabarista con el balón dentro del terreno de juego y en uno de los mundiales más importantes de los últimos tiempos estará por fuera por decisión de Luis Felipe Scolari.
Futuros proyectos ocuparán el lugar de Ronaldinho en la ‘canarinha’ como Oscar, jugador del Chelsea. Pero el mundo del fútbol no volverá a ver a un jugador que en cada partido se reinventa con nuevas jugadas y auténticos pases de crack.
La máxima cita del balompié orbital tendrá figuras de todos los países pero siempre hará falta la máxima expresión del arte en el fútbol como lo es Ronaldinho. Cuando entra a la cancha las caras mejoran y las situaciones se vuelven tan cotidianas que sólo un mago puede desordenar las estrictas del deporte.
La edad no le ha quitado la magia de los pies y parece que todo lo que piensa lo plasma dentro del terreno de juego. Con el Atlético Mineiro no sólo quedó campeón de la Copa Libertadores sino que también es el eje fundamental del equipo.
Cuando salta a la cancha todo parece cambiar y cuando se ausenta el espectáculo disminuye de manera ostensible. El Mundial sin duda echará de menos el virtuoso juego de Ronaldinho y no sólo por lo que implica su fútbol sino también el ambiente que genera alrededor de él.
Una sonrisa o una palabra de aliento en los momentos difíciles fueron características del deportista. Su aporte al fútbol pasa del terreno de juego, con toda su magia e increíbles jugadas, al plano personal con una persona que siempre tiene una actitud positiva.
Ronaldinho Gaucho no estará en la Copa Mundial de Brasil 2014 y privará al mundo de todas sus gambetas y la felicidad que irradia un crack que ama y vive por el fútbol.