#ElDato: 482 partido y 221 goles fue el registro de Michael Owen en su carrera como futbolista. El delantero anotó 158 con el Liverpool, 16 con el Real Madrid, 30 con el Newcastle, 17 con el ManU y 1 con el Stoke City.
El ganador del balón de oro en el 2001 confesó que los últimos años de su carrera fuero tan tormentosos que lo único que quería era que llegara el retiro.
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La cerrera de Michael Owen pintaba para mucho más pero de un momento a otro ‘The Golden Boy’ se fue apagando y paso de ser una promesa a un jugador más del montón.
El ex delantero reveló los motivos de su declive deportivo y lo hizo a través de una entrevista a BT Sport en la que aseguró que los últimos años fueron una verdadera pesadilla.
«Cuando me lesioné los adductores por primera vez, se acabó todo para mí. Cambié mi forma de jugar y ya no fui el mismo. En los seis o siete últimos años de mi carrera me transformé. Me horrorizaba la posibilidad de chuta cuando tenía espacios. Sabía que me había roto el aductor», declaró.
«Y lo peor es que mis instintos me decían que hiciera lo de siempre. Nací para ser futbolista. Y, en cambio, recuerdo que cuando McManaman cogía el balón y me la podía pasar en profundidad, pensé ‘no, no lo hagas por favor, pásamela en corto», agregó.
«Lo perdí todo. Y durante esos seis o siete años odié el fútbol. No veía el momento de retirarme, porque el que estaba en el campo no era yo. Y lo peor es que luego entré en un estado mental en el que ni siquiera estaba en condiciones de chuta. Y entonces me escondía, me metía en zonas del campo donde no estaba nunca», concluyó.