#ElDato: Paulo Dybala apenas comenzaba su carrera cuando Messi ya era Balón de Oro. Ambos salieron expulsados en su debut con la albiceleste.
La joya quería brillar con la selección, pero la noche terminó como nadie esperaba, el atacante de la Juventus debió ir a las duchas de manera prematura cuando el árbitro le mostró la tarjeta roja.
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Dybala no pudo contener el llanto, lagrimas de frustración y sus compañeros intentaron consolarlo. En entrevista con el diario Olé confesó qué le dijo Messi: «Me dijo que me quedara tranquilo, que son cosas que pasan, que la culpa no era mía, sino del árbitro».
Las palabras de La Pulga son las únicas que recuerda, todos le trataban de levantar el animo recordándole que Lio también se fue expulsado en su debut: «Sí, la sensación fue horrible. Y no me acuerdo ni qué me dijo Fideo ni Ema, ni Goménez, ni Dady, el masajista. Por eso, después agradecía todos por apoyarme. Y también a la gente claro».
Paulo se queda con que pudo cumplir su sueño «Nunca había jugado con Messi. Mi sueño era tirar una pared con él. Y lo pude cumplir». Disfrutó como nadie jugar con su ídolo:«Lo disfrute hasta que me dejó el árbitro. Yo traté de ayudarlo porque él es el líder del equipo. Busqué darle variantes, opciones de pase, generarle espacios cuando traía la pelota. O tratar de tirar una pared para descargar cuando él apilaba dos o tres rivales. Es increíble jugar a su lado. Menos mal que se me dio».
Quedan muchos años, se van a cansar de romperla juntos…