El presente del volante colombiano en Boca Juniors es una auténtica montaña rusa y el partido que disputó ayer ante Argentinos Juniors en La Bombonera no fue la excepción. Y es que primero, con un centro enroscado y envenenado provocó el empate del Xeneize tras un leve desvió un rival y además cortó con la peor sequía goleadora de la historia del club (599 minuto sin marcar).
Pero apenas seis minutos después del ese gol, con la cancha super mojada por el agua acumulada de la fuerte lluvia que cayó en Buenos Aires, sin necesidad alguna fue muy fuerte abajo sobre un rival, se ganó la segunda amarilla y fue expulsado por el árbitro central. La primera amonestación había sido por protestar.
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