El despistado defensor luso, Fábio Coentrao, sin haber sido convocado para el encuentro frente al Espanyol se sentó en el banquillo del Cornellà-El Prat, situación que trajo carcajadas para Iker Casillas, Benzema y al final hasta Mourinho.
El pobre terminó subiendo a palco en el que acechado por la cámara tuvo que salir del encuadre…