La juventud de hoy, popularmente conocida como la generación Z, compuesta por un conjunto de individuos compasivos, de mente amplia, vibrantes y comprometidos, está decidida a impulsar el mundo hacia nuevas cotas. Estos jóvenes cambian la industria minorista, el sector social e inspiran a gigantes como MrBet a crear experiencias de juego más innovadoras.
Una multitud de factores ha sido su fuerza motriz, y los medios sociales constituyen uno de ellos. Desatando una mezcla de implicaciones tanto positivas como negativas, las redes sociales se han vuelto indispensables en la vida de la Generación Z.
¿Qué les hace tan especiales?
La generación Z es distintiva desde una perspectiva puramente demográfica: en la actualidad representan el 32 % de la población mundial, superando tanto a los millennials como a los baby boomers.
La generación Z se considera la generación que creció en las redes sociales, con un perfil conocedor de la tecnología y una necesidad real de estar constantemente conectada y comprometida. Forman parte de un movimiento que trastorna a las empresas en términos de comportamiento, expectativas y experiencia del cliente. Prefieren un enfoque sencillo, personalizado y social.
En otras palabras, los jóvenes de la generación Z buscan una experiencia fluida en su viaje virtual. Ya sea en dispositivos móviles o en ordenadores de escritorio, la plataforma debe ser lo suficientemente atractiva como para que se queden. Eso significa una interfaz intuitiva, fácil de usar y refrescante en la que puedan encontrar lo que buscan con un solo clic.
El contenido y la experiencia deben ser únicos para cada persona. Esta generación aprecia y valora un enfoque personalizado que tenga en cuenta sus expectativas y preferencias.
El auge de la promoción social
Para la Generación Z, las redes sociales son una poderosa herramienta de promoción. Utilizan con pasión estas plataformas para expresar sus opiniones sobre cuestiones sociales y políticas.
A su vez, esperan que las marcas con las que se asocian también participen activamente en estas conversaciones y adopten una postura sobre los temas que importan. Este énfasis en la defensa social está definiendo nuevas expectativas para la responsabilidad corporativa en la era de las redes sociales.
Por ejemplo, en 2019, cuando Nike lanzó su campaña «Dream Crazy» con Colin Kaepernick, provocó una gran conversación sobre la importancia de defender las propias creencias. La campaña fue ampliamente elogiada y recibió respuestas positivas del público.
Esto demuestra el poder potencial que puede tener una marca cuando adopta una postura sobre un tema. Esto ha llevado a muchas empresas a reevaluar sus esfuerzos de responsabilidad social corporativa.
Creación de comunidades
La Generación Z utiliza las redes sociales para diversos fines, como:
- Entretenimiento: Las redes sociales sirven de plataforma para disfrutar de vídeos, música y juegos.
- Educación: La generación Z utiliza las redes sociales para aprender nuevos temas y conectar con expertos en sus respectivos campos.
- Información: Las redes sociales les ponen al día de la actualidad y les permiten conocer otras culturas.
- Compras: Pueden explorar nuevos productos y marcas a través de las redes sociales.
La Generación Z aprecia su privacidad digital
Saben que las redes sociales tienen el poder de hacer o deshacer a las personas. Son respetuosos y desconfían de ese poder, a diferencia de los Millennials. Por eso, los miembros de la Generación Z prefieren plataformas anónimas que den a sus usuarios la opción de ocultar su contenido a otras personas presentes en la misma red.
Estas plataformas responden al deseo de privacidad digital de la Generación Z. Creen que su comportamiento en las redes sociales podría afectar a su futuro, incluida su vida sentimental, sus perspectivas laborales o incluso su puntuación crediticia.
Las generaciones mayores parecen menos conscientes de la privacidad digital, y algunos estudios muestran que los Millennials encuentran las redes sociales más atractivas. A uno de cada tres Millennials le gustaría hacerse viral, mientras que los de la generación Z son más conservadores en cuanto a la privacidad de los datos.