Increíble que un jugador de la clase de André Silva no pueda ir a la par de sus compañeros a la hora de hacer 21. La reacción del resto al ver que el del Milán deja caer la pelota es para reírse.
Increíble que un jugador de la clase de André Silva no pueda ir a la par de sus compañeros a la hora de hacer 21. La reacción del resto al ver que el del Milán deja caer la pelota es para reírse.