El conjunto colchonero en su último partido de pretemporada cayó por 2-1 ante el Feyenoord, pero los goles y el resultado pasaron totalmente desapercibidos. Porque el partido disputado en Róterdam estuvo picantísimo y de alto voltaje.
Todo comenzó cerca del entretiempo en una pelota divida entre Carrasco y Malacia, que desencadenó en empujones, agarrones, pero sobre todo en la locura del jugador belga, que provocó que el propio Simeone cruzara todo el campo para exigirle que saliera mientras recibía la tarjeta roja.
Pero la cosa no quedó ahí. Tras el silbatazo final se originó otra trifulca protagonizada por el DT argentino que empujó a Arne Slot, entrenador del Feyernoord.
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