El inoxidable delantero sueco durante toda su carrera nos ha acostumbrado a goles con una gran dificultad técnica y en algunos casos simplemente asombrosos, pero hoy en el amanecer del partido ante Venezia abrió rápidamente el marcador para el Milan, empujando de manera literal la pelota debajo del arco, tras la asistencia rasante de Leao.
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