Helsinborg, el equipo dirigido por Henrik Larsson, descendió de categoría y varios de los barras bravas del club no estaban contentos, al punto de atacar y quitarle la camiseta a uno de los jugadores. Justamente, al hijo de Henrik, Jordan Larsson de 19 años, quien se vio obligado a alejarse de la escena para no salir lastimado.
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Scenerna efter att Helsingborg förlora kvalmatchen mot Halmstad, och HIF-fansen hoppa på egna spelaren Jordan Larsson. #Helsingborg #Kval pic.twitter.com/XaNjuWeelW
— ⚽️ (@dl321t) November 20, 2016