Cuando el Manchester City sufría el partido ante el Brighton y parecía que se le podía llegar a complicar, el mediocampista belga controló la pelota en la frontal del área, se acomodó y sacó un precioso derechazo de borde interno para colgar el balón en todo el ángulo y poner el 3-1 en Etihad Stadium.
TE PUEDE INTERESAR: Haaland se llevó la pelota con el pecho, luego impuso carrocería y marcó con el arco vacío