Al defensor de Nautico, Izaldo, no le bastó con intentar solo una vez en cometer un autogol sino que la segunda fue la vencida para marcar uno de los más divertidos autogoles de la historia. Ocurrió ante el Santa Cruz por el Pernambucano de Brasil.
Algún día le contará esta historia a sus nietos y se reirá pero para llegar allá será en un buen tiempo…