En Austria un partido dejó el peor cobro de una penal con segunda jugada. La falta de precisión fue la protagonista cuando los jugadores trataron de engañar al rival pero el engaño resultó ser para ellos mismos.
En Austria un partido dejó el peor cobro de una penal con segunda jugada. La falta de precisión fue la protagonista cuando los jugadores trataron de engañar al rival pero el engaño resultó ser para ellos mismos.