El póker y su pasado: un paseo por la historia

El mercado del póker online mueve aproximadamente unos 100 billones de dólares al año. Como una cantidad tan elevada cuesta de imaginar, mejor traduzcámoslo a bienes que podríamos comprar con esta suma.

Con 100 billones de dólares te podrías comprar aproximadamente medio millón de casas o 500 fuerzas aéreas, por poner dos ejemplos fáciles de entender. Siendo honestos, sería complicado gastar todo ese dinero en la vida de una sola persona.

Son datos que arrojan que la industria del póker se ha convertido en una máquina de generar billetes, pero… ¿cuándo empezó todo esto? ¿cuál es el origen de este popular juego de cartas y en qué momento llegó el boom que lo convirtió en un fenómeno de masas? Sigue leyendo si quieres viajar por la historia y aprender un poco de este deporte mental.

Persia: la cuna del nacimiento del póker

El  inicio de este juego se sitúa en Persia, ya hace más de mil años. Por aquel entonces, el embrión del póker era conocido como As Nas, un pasatiempo bastante parecido a lo que es actualmente.

El objetivo era tener el máximo de cartas del mismo número, aún muy lejos de las posibilidades de combinar como la escalera o todo lo puede asociarse al palo (picas, corazones, diamantes y tréboles).

Ya en esos tiempos se apostaba dinero y también era muy importante saber farolear decentemente para ganar algunas manos en las que no se tenía oportunidad real de vencer mostrando las cartas.

Como era un juego que entusiasmaba a los comerciantes y a los soldados, pronto fue llegando a todas las partes del mundo que se conocían. De este modo, el póker rápidamente se fue extendiendo por toda Europa.

Estados Unidos: la modernización del juego

Sin embargo, no fue hasta muchos más siglos más tarde, más allá del descubrimiento de América, cuando el juego tomó una dimensión superior.

Durante el siglo XIX, el póker se fue popularizando en los Estados Unidos a través de los colonos franceses que viajaban desde Europa. 

El póker cuajó a gran velocidad en una sociedad, la estadounidense, especialmente pícara y en la que el dinero empezaba a moverse en grandes cantidades.

Si hay que señalar una persona y un año en concreto para establecer el nacimiento del póker moderno, Tera Deportes señala el 1834 y el inventor y reformador de Nueva York Jonathan H. Green. Él sentó algunas de las bases que actualmente se siguen utilizando en todos los casinos del mundo.

Apenas una década más tarde, se empezó a usar una baraja de 52 cartas y una mayor cantidad de jugadores podían jugar alrededor de la mesa, por lo que el póker era mucho más entretenido.

De hecho, desde los años 40 del siglo XIX hasta la actualidad, no son muchos los cambios que se han introducido. Por lo tanto, jugar en esa época no distaba mucho de lo que puede ser jugar al poker online en pleno 2024.

La Serie Mundial de Póker (WSOP): el evento que lo propulsó definitivamente en Estados Unidos

En Estados Unidos, el póker gozó de una popularidad espectacular, pero tuvo que combatir contra el poder. Al ser considerado un juego de azar que muchas veces era practicado al margen de la ley, el gobierno no recaudaba impuestos, así que llegó a ser prohibido.

No obstante, hay un suceso en la historia de este deporte mental que seguramente le terminó de dar el impulso que necesitaba para tener una fama de este calibre. Fue la creación de la Serie Mundial de Póker (WSOP) en 1970.

Desde Las Vegas, Benny Binion, un empresario que dirigía el casino Horseshore en esta ciudad de Nevada, tuvo la brillante idea de reunir en un solo evento a los mejores jugadores del país. El resto es historia.

La llegada de internet y los casinos online: el boom que lo catapultó mundialmente

Con el gran cambio que supuso el acceso a internet en las primeras casas durante los años 90, el juego pasó a tener un reconocimiento mundial. Según explica Infobierzo, en el 1994 se creó el primer casino online: The Gaming Club, en Antigua y Barbuda.

Esta experiencia embrionaria fue evolucionando con el paso del tiempo. Con el auge de internet y la revolución que supuso, ya no era necesario quedar físicamente para jugar a póker. Bastaba con tener conexión y poder acceder a algunos de los casinos online que proliferaban a principios del siglo XXI.

Desde la entrada de este siglo y más precisamente en la última década, el avance del póker ha sido implacable. La popularización del juego en televisión, la facilidad para conocer las bases gracias a guías muy accesibles y (¿por qué negarlo?) las ganas de los jugadores para convertirse en millonarios venciendo un solo gran torneo lo han llevado a cotas inimaginables.

¿Qué le depara póker en un futuro? ¿Tiene margen para crecer aún más? ¿La mítica modalidad Texas Hold’em evolucionará? Nadie lo sabe aún. Mientras tanto, por el camino, hagan juego.