El Manchester City le ganaba 3-0 al Southampton en el Etihad Stadium, pero con la extrañísima particularidad de que ninguno de los goles lo había anotado el androide noruego.
Sin embargo, cuando transcurrían el minuto 65 y tras una gran combinación entre De Bruyne y Cancelo, que terminó con un centro rasante, Erling Haaland anticipando a dos defensores dentro del área, remató de primera de zurda para que la pelota se metiera entre las piernas del portero y estampará el 4-0 final a favor de los Sky Blues.
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