El Maccabi Tel Aviv ganaba 2-1 en la prórroga de la final de la Copa de Israel, al minuto 115 el Hapoel Tel Aviv, su máximo rival futbolístico lo igualaba y parecía que el campeón se conocería en la tanda de penal.
Sin embargo, mientras festejaban el VAR detecta una durísima falta en la mitad de la cancha en el arranque de la jugada, llaman al árbitro al monitor para tomar una decisión, este corrobora la infracción, anula el tanto y literalmente la locura se desencadena.
Los jugadores se le van encima con vehemencia al colegiado, pero además salta de manera desaforaba el técnico que también lo increpa diciéndole de todo, es expulsado pero en vez de retirarse a los vestuarios, arremete en la línea de cal contra la tribuna rival haciéndoles un gesto de muy pocos amigos.
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