Serge Gnabry cumplió con la famosa “ley del ex” con una actuación estelar anotando hat-trick ante el Stuttgart. Pero, además su primer tanto y el que encaminó la goleada de los bávaros fue con un exquisito remate de primera y enroscado con el borde interno para superar al portero por encima y clavarse en la escuadra.
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