Una falla arbitral fue la culpable para que Nicki Bille Nielsen, delantero del Rosenborg de Noruega, entrara en bronca y terminara rompiendo su ‘playera’ tras no ser sancionada una clara falta del arquero sobre el jugador.
Tras los reclamos, se ganó su segunda tarjeta amarilla y terminó siendo expulsado, convirtiéndose en uno de los hechos más injustos del balompie del 2013.