Bélgica en el primer tiempo ante Dinamarca estuvo totalmente irreconocible en gran parte por lo hecho por el conjunto danés, pero tras el ingreso de Kevin De Bruyne en el entretiempo, que venía de recuperarse de la fractura en la nariz y la cuenca del ojo que sufrió en la final de la Champions League, la historia cambio drásticamente.
Tan solo 9 minutos después de haber entrado, con un toquecito desparramó por el suelo a dos daneses y le metió un pase gol genial a Thorgan Hazard, y luego con un sensacional zurdazo de primera al borde del área culminó un jugadón de novela para firmar la remontada 2-1 de Bélgica ante Dinamarca en Copenhague, cabe destacar que además desistió de festejarlo por respeto a Eriksen.
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