El francés no pudo continuar en el partido tras sufrir una caída cerca del final de la primera mitad, en la que al apoyar las manos se dobló el dedo meñique de su mano derecha. Los gestos de dolor del delantero fueron presagio de lo que después se confirmó, una fractura en la falange del quinto dedo de la mano derecha.
Malas noticias para Solari, que para su mala suerte las lesiones no le dan tregua y ahora es el “gato” el nuevo paciente de la enfermería merengue.
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