La salvada de Jordan Archer es para ver una mil veces.
El guardameta sabía que no podía sacar con la mano un pase de larga distancia de un compañero e hizo un salto perfecto y desvió la pelota con la cabeza por arriba del travesaño.
La salvada de Jordan Archer es para ver una mil veces.
El guardameta sabía que no podía sacar con la mano un pase de larga distancia de un compañero e hizo un salto perfecto y desvió la pelota con la cabeza por arriba del travesaño.