Tras incorporarse al equipo juvenil del Napoli en 2006 y disputar 11 temporadas en el primer equipo, el delantero Lorenzo Insigne dio su última función en el ahora bautizado Estadio Diego Armando Maradona, y desde principio a fin experimentó varias emociones a flor de piel.
Antes del silbatazo inicial recibió varios homenajes, incluido un gigantesco trofeo y un sentido mensaje por parte de los tifosis napolitanos.
Ya en el partido ante Cagliari, en el complemento desde los doce pasos marcó de manera dramática el segundo tanto de su equipo en la victoria 3-0, porque lo hizo en segunda instancia tras fallar el primero impactando la pelota en uno de los postes y en el rebote anotando un compañero, pero la ejecución se volvió a repetir por invasión al área. Tras mandar la pelota al fondo de la red con un disparo potente y arriba, que lo convirtió en el segundo máximo goleador histórico del Napoli con 122 goles superando a Marek Hamsik, no pudo evitar emocionarse por lo que se tiró al verde césped con lágrimas en sus ojos mientras sus compañeros llegaban a abrazarlo.
Finalmente, cuando transcurrían los minutos finales del encuentro fue sustituido por Elmas y al retirarse del campo de juego recibió una última gran ovación de por parte de los hinchas del Napoli, mientras que en el banco de suplentes todos le dieron un fuerte abrazo.
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