Son muchos los nombres a destacar, en el ámbito futbolístico, cuando hacemos un repaso al fútbol latinoamericano. No obstante, si nos centramos en la posición de arquero, hay uno que suele sobresalir en cualquier lista. Ese no es otro que René Higuita, un legendario jugador cuyo estilo de juego, más activo de lo que se suele ver en su posición, marcó un antes y un después. Sí, los aficionados al deporte recuerdan la figura de Higuita por sus espectaculares paradas, pero también por su forma de ser y por su enorme carisma. Pero es que, además, marcó un camino de juego para los arqueros mucho más creativo y activo, y dio pie a jugadas como su legendario “escorpión”.
Una leyenda del fútbol
A sus 58 años, René Higuita es recordado con cariño por los amantes del fútbol latinoamericano. El jugador colombiano, que comenzó su carrera profesional en el Atlético Nacional, aunque fue su presencia en la selección durante el Mundial de Italia de 1990 lo que le hizo destacar.
Dada su relevancia, no sorprende que, recientemente, la marca Betsson, conocida por sus casinos online y por su presencia en el mundo de las apuestas deportivas, le haya fichado como uno de sus embajadores. Después de todo, Betsson lleva años contando con figuras del deporte destacadas, como Mario Yepes o Iván Zamorano, así que era de esperar que Higuita fuera el próximo en entrar en tan selecto club.
El legado de Higuita, pues, guarda relación con su forma de afrontar el juego. Y es que, a pesar de ser arquero, él no era un jugador pasivo, que se limita a esperar y a saltar a un lado. Tras su paso por el mundo del fútbol, los arqueros adoptaron un juego más interesante y activo, y su puesto comenzó a requerir una mejor preparación física.
La historia detrás del “escorpión”
No obstante, si René Higuita es conocido por algo, es, sin duda, por la que constituye su jugada más famosa. La bautizó como el “escorpión”, y muchos emplean ese nombre para referirse al propio jugador.
Lo curioso del caso, y tal vez lo que hace tan único al personaje de Higuita, es la inocencia con la que nace este movimiento. Tal como ha contado en alguna ocasión, el “escorpión” no surge durante un duro entrenamiento, ni a lo largo de un encuentro decisivo. Porque la primera vez que realiza el movimiento fue mientras jugaba con unos niños.
René Higuita, al parecer, estaba rodando un anuncio para un refresco, y tenía que jugar con unos niños. Y fue la frescura de estos, la forma libre y alegre de jugar, que le inspiró a lo que él describe, sencillamente, como una “chacala” inversa, es decir, una chilena realizada al revés por el único motivo de divertirse y sorprender a aquellos niños.
Aquella fue la toma elegida para el anuncio, y caló hondo en el público más joven. Así, cuando Higuita salía a jugar, las gradas comenzaron a llenarse con voces que pedían el “escorpión”. Al principio, él les regalaba el movimiento antes de que el árbitro pitara el inicio de partido, pero, conforme pasó el tiempo, comenzó a entrenar para hacer que el “escorpión” fuera realmente funcional durante los encuentros.
Finalmente, Wembley fue el escenario del estreno oficial del “escorpión”. Era el año 1995, y aquel día Colombia se enfrentaba a la selección inglesa. Cuando Higuita vio llegar el balón, se dio cuenta de que era la ocasión perfecta. Y así, lo que nació como un juego se convirtió en un movimiento legendario y en algo que todos los amantes del fútbol de la época recordarían a partir de entonces.