El excéntrico futbolista italiano en la última fecha de la Superliga de Turquía se despachó con nada más y nada menos que cinco goles en la vapuleada del Adana Demirspor 7-0 sobre le Göztepe.
Pero como si eso fuera poco, el último que marcó fue una auténtica obra de arte. Controló la pelota, condujo hasta meterse en el área, encaró al defensor y allí apareció la magia, primero utilizó la bicicleta al mismo estilo de Ronaldo Nazario, llegándola a hacerla de manera veloz hasta siete veces, y una vez que se generó un espacio se le ocurrió la genialidad de rematar de rabona.
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