El Liverpool venció sin problemas 2-0 al Burnley en Anfield por la segunda jornada de la Premier League. Y, además el segundo tanto fue una auténtica maravilla colectiva. Todo inició con un excepcional cambio de orientación de Van Dijk, Harvey Elliot controló de pecho y con el exterior asistió a Alexander-Arnold, que de primera con un toque sutil dejó solo a Sadio Mané en el área, y este definió con una volea técnicamente perfecta al primer palo.
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