Tras un delicioso pase al vacío de Benzema, el brasileño a punta de velocidad se metió hasta al área y con un remate quirúrgico al poste más lejano, marcó el tercer tanto del Real Madrid ante el Celta de Vigo. Luego la emoción le ganó y no tuvo mejor idea que saltar a la grada y festejarlo con algunos aficionados en el regreso del fútbol al mítico Santiago Bernabéu.
La emoción de los sorprendidos hinchas impidió que Vinícius pudiera volver al campo de juego. Lo agarraron, abrazaron, besaron… y la policía debió intervenir sacarlo de la grada. Tras el regreso, el árbitro central lo esperó para sacar la tarjeta amarilla.
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